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Condición fitosanitaria: Plaga Cuarentenaria Ausente
Grupo de cultivos: Frutales de pepita
Especie hospedante: Manzano (Malus domestica)
Rango de hospedantes: relativamente estrecho
Epidemiología: es considerada una enfermedad poliética
Etiología: Bacteria sin pared celular (Clase Mollicutes). Limitada al floema. Considerada Biotrófica. Bacteria fastidiosa (no cultivable).
Agente causal: Candidatus Phytoplasma mali Seemuller and Schneider 2004, candidatus name (nombre provisional para organismos bien caracterizados pero aún sin cultivar in vitro)
Taxonomía: Bacteria > Terrabacteriagroup > Tenericutes > Mollicutes > Acholeplasmatales > Acholeplasmataceae > Candidatus Phytoplasma > 16SrX (Apple proliferation group)
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Los Candidatus Phytoplasma son procariotes sin pared celular pertenecientes a la clase Mollicutes (mycoplasmas), que invaden el floema y se transmiten por chicharritas vectoras. Los fitoplasmas no pueden ser cultivados in vitro, y se caracterizan por poseer un genoma pequeño (0.53 – 1.35 Mb), con bajo %GC (21-28%) (Kube et al. 2008; Marcone et al. 1999). Causan amarillamientos, achaparramientos, escobas de bruja y otras alteraciones del crecimiento.
El agente causal de la Proliferación del manzano se encuentra en los tubos cribosos del floema. El fitoplasma es altamente pleomórfico, de aproximadamente 200-800 nm de diámetro, limitado por una membrana citoplásmica trilaminar pero sin una pared celular rígida (Seemüller, 1990).
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Antecedentes
Se ha registrado en Austria, Bélgica, Bulgaria, Grecia, Noruega, Rumania, Suiza, antigua URSS, antigua Yugoslavia (Németh, 1986), India y Sudáfrica (Seemüller, 1990), pero en base a síntomas, por lo que se requiere confirmación adicional. La Proliferación del manzano es considerada una de las enfermedades causadas por fitoplasmas más importantes del manzano, particularmente en las áreas norteñas de la región sur de Europa.
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Síntomas
Las hojas de las plantas infectadas ruedan hacia abajo y se vuelven quebradizas, están dentadas fina e irregularmente y son más pequeñas de lo normal. En otoño las hojas se vuelven rojas en contraste con la coloración amarilla de las plantas sanas. En verano las hojas suelen ser cloróticas. La defoliación temprana puede ocurrir. Una roseta de hojas terminales a veces se desarrolla al final de la temporada en lugar de brotes latentes normales. Las estípulas se agrandan anormalmente, mientras que los pecíolos son bastante cortos.
Los brotes se desarrollan prematuramente a partir de brotes axilares y dan lugar a brotes secundarios que forman una escoba de bruja. El ángulo entre los brotes secundarios y el brote principal es anormalmente estrecho. La roseta de hojas puede aparecer en los extremos de los brotes o las puntas de los brotes pueden morir hacia atrás.
En algunos casos, las flores muestran numerosos pétalos y los pedúnculos son anormalmente largos. Pueden permanecer en el árbol durante un largo período. Las frutas se reducen en tamaño, y poseen coloración incompleta y mal sabor. Los síntomas se distribuyen de manera desigual en toda la planta, a menudo se encuentran ramas sanas con frutos normales. Los árboles afectados son menos vigorosos, pero rara vez mueren. A veces, después de una fase de choque, los árboles pueden producir normalmente, especialmente si se fertilizan adecuadamente. El sistema de raíces fibrosas de los árboles infectados forma masas compactas similares a un fieltro de raíces cortas, de modo que los más grandes no pueden desarrollarse. El peso de la raíz se reduce en un 20-40%. La circunferencia del tronco y el diámetro de la corona se reducen en comparación con los árboles sanos (Kunze, 1979).
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Diagnóstico
Ensayo biologico
La identificación positiva requiere la transmisión a una especie leñosa indicadora. Malus dawsoniana, una planta indicadora muy sensible, cuando se injerta en verano en el vástago, desarrolla síntomas el otoño siguiente. Usando la técnica de doble brote, la reacción aparece después de la brotación (Anon., 1997). El uso del reactivo DAPI (1,6 diamidino 2-fenilindol) puede ayudar a detectar la fluorescencia de los fitoplasmas en los tubos cribosos del floema bajo la corteza de los manzanos infectados
Ensayo serológico
La Proliferación del manzano (PM) puede detectarse en manzanos infectados utilizando anticuerpos monoclonales (MAbs) para fitoplasmas PM obtenidos de Catharanthus roseus infectados con fitoplasma PM como fuente de antígeno. Estos MAbs reaccionan específicamente en ELISA e inmunofluorescencia (IF) (Loi et al., 1998). Su patente está pendiente. ADGEN Ltd. también ha producido un antisuero específico para el fitoplasma PM, que funciona con extractos de manzana si hay suficiente antígeno presente. Normalmente la concentración de fitoplasma es un factor limitante.
Ensayo Molecular
Se han desarrollado varios primers para el diagnóstico de enfermedades causadas por fitoplasmas, entre ellos los específicos del grupo de la Proliferación del manzano (PM) (Lee et al., 1993, 1995; Firrao et al., 1994; Jarausch et al., 1994 Lorenz et al., 1995; Smart et al., 1996; Brzin et al., 2003; Torres et al., 2005; Baric et al., 2011).
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Patogenicidad y Factores de virulencia
A pesar de su importancia económica, poco se sabe sobre los mecanismos moleculares de la manifestación de la enfermedad dentro de los manzanos. Janik et al. (2017) identificaron dos factores de transcripción TCP (TEOSINTE BRANCHED / CYCLOIDEA / PROLIFERATING CELL FACTOR) de Malus x domestica como socios de unión del efector de tipo SAP11 ATP_00189 de Ca P. mali. En este estudio, los análisis de fitohormonas revelaron un efecto de la infección por Ca P. mali en los niveles de jasmonatos, ácido salicílico y ácido abscísico, mostrando que Ca P. mali afecta los niveles fitohormonales en los manzanos, lo que está en línea con las funciones del efector asumido de su unión al factor de transcripción TCP. Según los autores, esta es la primera caracterización de los objetivos moleculares de un efector de Ca P. mali y, por lo tanto, proporciona la base para comprender mejor el desarrollo de los síntomas y el progreso de la enfermedad durante la Proliferación del manzano. Como los homólogos de SAP11 se encuentran en varias especies de fitoplasmas que infectan una amplia gama de plantas diferentes, las proteínas similares a SAP11 parecen ser actores clave en la infección del fitoplasma.
Si bien en la actualidad el estudio de Janik et al. (2017) representa la única prueba molecular o bioquímica directa que identifique las proteínas de virulencia o los efectores de Candidatus Phytoplasma mali, existe evidencia circunstancial de que las proteínas de membrana de Ca. P. mali tienen una influencia significativa en la patogenicidad. Estos hallazgos se basan en el monitoreo de los datos de la enfermedad en ensayos a largo plazo de accesiones PM de diferente origen y datos moleculares de cepas de patógenos asociados derivadas. Sobre la base de los síntomas fenotípicos, las accesiones se clasificaron como fuertemente, moderadamente o levemente virulentas (Seemüller y Schneider 2007; Seemüller et al. 2011). Los datos moleculares provienen de un grupo de genes, que codifican proteínas AAA+ que están presentes en un número inusualmente alto en fitoplasmas, como por ejemplo los genes de ATPasas hflB y AAA+. El análisis de las secuencias de ácidos nucleicos o secuencias de aminoácidos derivadas de algunos de los genes reveló sustituciones relacionadas con la virulencia. El análisis de conglomerados separó claramente las cepas virulentas de las no virulentas. La superfamilia AAA+ es un grupo grande, funcionalmente diverso de proteínas y comprende varios tipos de ATPasas (por ejemplo, ClpC, ClpV, p97) y proteasas (por ejemplo HflB, Grupo de Clp, Lon) que poseen el módulo ATPase (Langklotz et al. 2012; Snider et al. al. 2008). Ambas son proteínas integrales de membrana con el largo dominio C-terminal relevante catalítico que enfrenta el citosol. Sin embargo, la predicción de la topología indicó que la cola terminal C de cuatro ATPasas AAA+ y dos de los tres HflBs de Ca. P. mali se orientaban hacia el exterior, es decir hacia el citoplasma del tubo criboso (Seemüller et al. 2013). Las proteínas AAA+ son de una importancia crucial para la virulencia bacteriana. La ATPasa ClpC de Staphylococcus aureus, por ejemplo, regula la transcripción, que es un factor de virulencia importante (Luong et al. 2011). Del mismo modo, las proteínas AAA+ son esenciales para la función de los sistemas de secreción. Varias especies bacterianas como Salmonella enterica, Agrobacterium tumefaciens y Pseudomonas syringae utilizan el sistema de secreción tipo tres (TTSS) para inyectar factores de virulencia en el hospedante eucariótico (Van Melderen y Aertsen 2009; Alix y Blanc‐ Potard 2008). Este hallazgo inusual en la orientación de la cola C terminal es un nuevo aspecto para comprender la patogenicidad del fitoplasma a nivel del tubo criboso. Es concebible que las poderosas proteínas AAA+ ataquen las estructuras o componentes de los elementos del tamiz o tubo criboso del floema, en particular si los patógenos están unidos a la membrana. La adherencia a las membranas del hospedante está bien establecida para la mayoría de los micoplasmas patógenos para humanos y animales, y se considera un requisito previo para la colonización e infección evidenciada por el daño causado a las membranas (Razin et al. 1998). Sin embargo, tal unión, que se basa en la interacción proteína / proteína, no está claramente establecida para los fitoplasmas.
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Epidemiología
En el campo, la enfermedad parece propagarse naturalmente por los insectos vectores y por la fusión de raices. La Proliferación del manzano fue transmitida experimentalmente de manzano a manzano y a Catharanthus roseus por el vector Philaenus spumarius; de manzano a C. roseus por Aphrophora alni y Lepyronia coleoptrata; y de plantas de apio infectadas a plántulas de manzano por Arhianus interstitialis (Hegab y El-Zohairy, 1986). Estos experimentos demostraron que las ninfas pueden adquirir el patógeno y transmitirlo en la etapa adulta. Se encontró que los adultos mantienen la capacidad de transmitir el fitoplasma hasta el final de su vida. El período de incubación en manzanos dura 1-2 años (Krczal et al., 1988; Krczal y Bliefernich, 1992).
También, el insecto vector Fiebierella florii fue considerado como un vector putativo del fitoplasma causante de la Proliferación del manzano. ADN de Ca Phytoplasma mali fue detectado en ADN total extraído de F. florii atrapado en montes con manzanos enfermos de proliferación (Vega et al., 1993; Bliefernich y Krczal, 1995). Además, recientemente se ha demostrado que los psílidos Cacopsylla costalis, C. mali y C. melanoneura son vectores (Grando et al., 1998; Jarausch et al., 2003; Tedeschi et al., 2003; Tedeschi y Alma, 2004 ) y, según Tedeschi y Alma (2004), los psílidos parecen ser los vectores más importantes para la Proliferación del manzano. Schmid (1975) informó que, en términos de propagación, el 73% de los árboles en un monte frutal de manzanos se infectaron durante un período de 12 años; observando un incremento anual promedio del 18%.
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La distribución del fitoplasma dentro del árbol infectado está restringida a los elementos funcionales del floema, con la colonización de las partes sobre el suelo siguiendo un patrón estacional. El fitoplasma desaparece en las partes del suelo durante el invierno, cuando se produce la inactivación completa de los tubos cribosos en las partes aéreas de los árboles frutales de pepita. Durante este período, el fitoplasma aún sobrevive en las raíces y en primavera comienza a recolonizar el tallo y se dispara después del desarrollo de un nuevo círculo del floema. El patógeno puede ser adquirido por insectos chupadores de savia, como los enumerados anteriormente, dentro de los cuales puede multiplicarse, circular a las glándulas salivales y ser expulsado durante las sondas de alimentación para infectar otras plantas. Una vez que se infecta un vector, conserva la capacidad de transmitir el fitoplasma durante toda su vida útil, y se ha demostrado que los vectores de psílidos adultos que aún pasan el invierno todavía llevan el fitoplasma la próxima primavera (Tedeschi et al., 2003; Tedeschi y Alma, 2004).
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La temperatura parece tener un impacto significativo en la expresión de la enfermedad y, por lo tanto, en el impacto. Un estudio de Ducroquet et al. (1986) encontró que los síntomas de la Proliferación del manzano se desarrollaron a temperaturas de 21-24°C, pero no entre 29 y 32°C. La Proliferación del manzano es considerada una de las enfermedades causadas por fitoplasmas más importantes del manzano, particularmente en las áreas norteñas de la región sur de Europa, donde las temperaturas son las más propicias para la expresión de los síntomas. Fuera de esta región, donde ocurren condiciones de crecimiento más frías o más cálidas, la enfermedad parece tener menos importancia (Seemüller et al., 1998).
Desde el punto de vista epidemiológico, es considerada una enfermedad poliética.
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Manejo preventivo de la enfermedad
Como medida preventiva, el uso de material de propagación sano es un requisito previo fundamental. El control intensivo de malezas y plagas de insectos en los montes frutales también es esencial. La eliminación de los retoños de raíz es una medida de control para reducir la difusión de los vectores que viven en las malezas. Los fitoplasmas son sensibles a la tetraciclina, pero este antibiótico es bacteriostático en lugar de bactericida. Después del tratamiento con antibióticos, los síntomas pueden disminuir notablemente durante 2 años (Casanova et al., 1980), pero a menudo esto solo se observa como un efecto temporal (Schmid, 1983). El uso de tetraciclina puede seleccionar involuntariamente para poblaciones bacterianas resistentes. En la actualidad, el uso de pie de injertos resistentes es la forma más eficiente de controlar la enfermedad (Seemüller, 1990).
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